¿Sabes qué existen enormes diferencias entre faja abdominal y cinturón pélvico en el embarazo y postparto?

¿Conoces en qué casos debe utilizarse uno u otro? Quédate conmigo que en este vídeo te lo voy a contar.

¡Hola! ¿Qué tal? Soy Laura Rojas, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y coautora del blog de «En Suelo Firme» y te doy la bienvenida a este nuevo video, en el que voy a hablarte sobre las diferencias entre faja abdominal y cinturón pélvico.

Diferencias entre faja abdominal y cinturón pélvico en el embarazo y postparto

Para empezar, diremos que la principal diferencia entre faja abdominal y cinturón pélvico es dónde se colocan.

La faja abdominal se coloca en el abdomen mientras que el cinturón pélvico se coloca en la zona pélvica.

Además, vamos a introducir dos términos que los diferencian claramente: la estética frente a la terapéutica.

 

¿Qué es la faja abdominal?

Cuando hablamos de faja, en general, no hace falta referirnos solo al postparto, hablamos de, por ejemplo, entrar dentro de unos pantalones o de un vestido que nos queda apretado.

La faja lo que va a hacer es remodelar, pero, no nos engañemos, no va a hacer que desaparezcan los michelines.

Voy a ponerte un ejemplo muy sencillo con un globo.

Quiero que te imagines que este globo es tu compartimento abdominal, tu abdomen. Si yo voy a ceñir mi cuerpo con una faja, voy a realizar una presión y lo que hay dentro del abdomen, este contenido abdominal ¿dónde va a ir? Como vemos en el globo, va a ir hacia arriba y hacia abajo.

En la parte superior al diafragma y en la parte inferior hacia el suelo pélvico, esa zona que en el postparto está tan vulnerable.

En resumen, la faja abdominal puede utilizarse de manera puntual si necesitas entrar en un vestido o ponerte unos pantalones para una ocasión concreta.

Lo que ocurre es que el uso de la faja abdominal de manera prolongada puede traer más perjuicio que beneficio.

Se ha demostrado que la inmovilización lo que hace es debilitar la musculatura.

Imagínate, si colocas una faja abdominal y la mantienes durante un tiempo prolongado, tus músculos, en lugar de recuperarse, lo que van a hacer es tomarse unas vacaciones.

Déjame decirte que existen excepciones, como siempre.

Hay casos en los que se producen diástasis abdominales graves, es decir, separaciones de los rectos del abdomen o hernias importantes en los que los profesionales sanitarios, ya sea el ginecólogo, la matrona o el fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, pueden pautar el uso de una faja abdominal. Eso sí, será un uso controlado, en el que el personal sanitario nos guiará acerca del tiempo que debemos colocar esa faja, de las semanas, etc.

Como norma general, no debe usarse de manera prolongada la faja abdominal y, como excepciones, las que tu profesional sanitario te recomiende.

¿Qué es el cinturón pélvico?

Es una cincha elástica que se coloca a nivel de la pelvis, por debajo de las espinas ilíacas y rodeando la pelvis en su totalidad.

¿En qué casos se utiliza el cinturón pélvico?

Se utiliza tanto en el embarazo como en el postparto, como en otras circunstancias, por ejemplo, después de una intervención quirúrgica como es la histerectomía, en casos de incontinencia urinaria de esfuerzo o en casos simplemente de debilidad del suelo pélvico.

Faja abdominal vs cinturón pélvico

El uso más extendido del cinturón pélvico es durante el embarazo y el postparto.

El uso más conocido, probablemente el más extendido es el uso del cinturón pélvico en el postparto y en algunos casos durante el embarazo. Aquellos en los que la embarazada presenta un dolor persistente, por ejemplo, en la zona del pubis, lo que llamamos pubalgia o en la zona más inferior de la espalda, en las articulaciones sacroilíacas.

Donde el cinturón pélvico cobra su máxima importancia es en el postparto, debido al pico de una hormona llamada relaxina, estas articulaciones se había hecho muy moldeables para permitir el paso del bebé a través del canal del parto y en esas 8 primeras semanas postparto, aprovechando que está todavía alta la hormona, vamos a intentar cerrar, devolver la pelvis a su posición inicial. [Mira este video sobre cómo ponerte un cinturón pélvico].

Pasadas esas 8 semanas podemos seguir utilizando el cinturón pélvico, ya no con el objetivo del cierre pélvico, sino con el objetivo de proteger.

¿Qué significa esto?

Hablábamos de una situación vulnerable para el suelo pélvico, de una situación en la que la pelvis ha tenido una dilatación, se ha flexibilizado para dar paso al bebé, el abdomen todavía es voluminoso. Con todo esto necesitamos darle a nuestra pelvis una ayuda, y eso lo hace el cinturón pélvico.

Faja abdominal y cinturón pélvico

De esta manera, en lugar de limitar el movimiento como hacía la faja, vamos a colocar la pelvis en una posición que prevenga a la zona lumbar de una hiperlordosis, es decir, de una curvatura excesiva y va a evitar que las hiperpresiones en el suelo pélvico se dirijan a zonas que no están preparadas para ello.

Además, vamos a poder respirar mejor, porque al reposicionar la pelvis, el diafragma tiene más movilidad.

Durante el embarazo, el diafragma, que es un músculo respiratorio que se encuentra en la parte inferior de las costillas, no tenía hueco para descender y la respiración de la embarazada en el último trimestre es muy superficial, porque no puede el diafragma realizar un movimiento amplio.

Con el cinturón pélvico devolvemos al diafragma esa amplitud y vamos a poder sentir los beneficios de la respiración profunda.

Son beneficios circulatorios, son beneficios también a nivel emocional, respirar es básico y respirar bien nos va a dar una activación del sistema parasimpático.

Esto significa que vamos a estar más relajadas y vamos a poder vivir el postparto con mayor tranquilidad.

Faja abdominal vs cinturón pélvico

En resumen, lo que me interesa que sepas sobre la faja abdominal y cinturón pélvico, es que el segundo frente al primero no es un elemento pasivo y que no nos va a limitar los movimientos. Al contrario, va a hacer trabajar a nuestros músculos del abdomen, del suelo pélvico y de la espalda.

Por eso lo que te decía al principio de este vídeo, la estética frente a la terapéutica.

Con el cinturón pélvico vamos a estar más protegidas y nos va a permitir que los músculos poquito a poco empiecen a recuperar la función que tenían antes de quedarnos embarazadas y antes del parto.

Hasta aquí el video de hoy, espero que te haya resultado interesante, que haya aclarado tus dudas respecto a la faja abdominal y al cinturón pélvico.

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Nos vemos muy pronto en un próximo vídeo.

Muchísimas gracias por estar ahí.

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Escrito por: María En Suelo Firme

Como tantas otras mujeres actuales, madre y trabajadora, que tras sufrir un primer parto en el año 2001 muy traumático y un segundo con prácticamente la misma violencia obstétrica que el primero, decide poner todos los medios a su alcance para superar sus secuelas físicas y psíquicas. Sorprendida por el tabú social y la gran cantidad de falsos mitos que existen en torno al suelo pélvico y sus disfunciones, descubrí la reeducación abdominopélvica, algo que en España por aquel entonces no se ofrecía en la sanidad pública y sobre lo que ni siquiera se informaba, pero que estaba totalmente normalizado y subvencionado en otros países del entorno europeo. Tras recuperarme y comprobar el desamparo en el que se encuentran otras muchas mujeres en mi misma situación, decidí fundar En Suelo Firme junto a Laura Rojas para romper tabúes y facilitar el acceso a información fiable sobre el suelo pélvico y soluciones para sus disfunciones.

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