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Los masajeadores de suelo pélvico son dispositivos terapéuticos de masaje externo e interno, que no vibran y que se usan para el tratamiento vía vaginal o rectal de las disfunciones dolorosas derivadas de la excesiva contracción o hipertensión de los músculos del suelo pélvico.
El uso de masajeadores de suelo pélvico es una ayuda en el tratamiento de relajación y elastificación progresiva de los tejidos y músculos del suelo pélvico.
Los dilatadores vaginales y los dilatadores anales son dispositivos, normalmente de varios diámetros, muy eficaces en el tratamiento progresivo proctológico, ginecológico y urológico de la hipertonía o exceso de tono de los músculos del suelo pélvico que suele dar lugar a disfunciones dolorosas y potencialmente invalidantes.
El tratamiento progresivo con dilatadores vaginales o dilatadores anales ataca el origen de los síntomas, es decir, la hipertonía de la zona, de manera que consiguen aliviar significativamente los síntomas de estas patologías.
Las dilataciones sucesivas con dispositivos de menor a mayor diámetro resultan cada vez menos dolorosas y permiten la cicatrización de las lesiones, así como una recuperación progresiva de la elasticidad del canal anal con la consiguiente desaparición o mejoría de los síntomas.
Cuando se usan correctamente y bajo la supervisión de un profesional cualificado, los masajeadores de suelo pélvico logran aliviar los síntomas asociados a las siguientes disfunciones derivadas de la hipertonía de esta musculatura:
El uso de dilatadores vaginales tiene como objetivo la desensibilización y elastificación de los tejidos de la vagina y ayudan a relajar los tejidos que debido a la existencia de una cicatriz o por cualquier otro motivo, están rígidos y causan dolor:
El esfínter anal interno puede sufrir un exceso de contracción, hipertono, o una contracción espástica causada por varios factores:
Si el espasmo perdura en el tiempo, el canal se vuelve incapaz de relajarse, dificultando la defecación y provocando o agravando esas disfunciones.
Con el uso de dilatadores anales, las sucesivas dilataciones resultan cada vez menos dolorosas y permiten la cicatrización de las lesiones, así como una recuperación progresiva de la elasticidad del canal anal y por lo tanto, la desaparición o mejoría de los síntomas, evitando de este modo la intervención quirúrgica.
En general, el uso de dilatadores anales está indicado en los siguientes casos:
Los masajeadores de suelo pélvico deben usarse bajo la prescripción y supervisión de un profesional especialista y se debe evitar su uso en los siguientes casos:
En las siguientes circunstancias se debe consultar con su especialista antes de comenzar a usar un masajeador de suelo pélvico:
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Nuestra recomendación general es que el producto que se vaya a adquirir cumpla con los estándares de calidad europeos, haya obtenido la certificación CE y esté fabricado en materiales hipoalergénicos, como la silicona o el ABS/PC de grado médico.
Procura evitar comprar productos de origen dudoso que pueden contener materiales tóxicos, como los ftalatos, irritativos o porosos como el plástico, que pueden albergar bacterias.
El masaje interno del suelo pélvico usando un masajeador de suelo pélvico debe ser llevado a cabo por un terapeuta profesional cualificado que deberá guiar y enseñar al paciente si quiere realizarlo por su cuenta.
Se deben lavar cuidadosamente las manos antes de comenzar a realizar cualquier masaje interno. También se pueden usar guantes estériles sin látex.
Para facilitar la inserción se puede usar agua destilada o un lubricante de base agua y libre de parabenos y de glicolpropileno para evitar irritaciones.
Se deberá incrementar la presión del masaje siempre gradualmente pero siempre asegurándose de que el masaje no resulta doloroso ni forzado.
Se debe evitar explorar el área del hueso púbico donde se encuentran la uretra y la vejiga urinaria.
En el caso de que el masajeador de suelo pélvico se pueda usar templado en agua destilada o enfriados en un frigorífico antes de su uso, se debe comprobar que el dispositivo se encuentra a la temperatura adecuada antes de cada uso, aplicándolo en alguna parte del cuerpo limpia y sensible, como por ejemplo en la zona de la muñeca, ya que se pueden sentir más calientes o más fríos cuando se insertan en la vagina o en el recto.
En general, el uso de los masajeadores de suelo pélvico debe realizarse bajo la prescripción y supervisión de un especialista en suelo pélvico, por lo cual, debe ser este especialista quien indique exactamente la duración e intensidad del tratamiento en cada caso concreto.
El uso de dilatadores vaginales o dilatadores anales debe estar prescrito por un profesional que indicará la duración del tratamiento.
Aunque se deben seguir estrictamente las indicaciones del fabricante y del especialista que ha prescrito el tratamiento, en general, se deben seguir los siguientes pasos:
Si se puedes introducir un tamaño de dilatador sin sentir dolor, significa que tu esfínter se ha dilatado y que puedes utilizar el tamaño siguiente.
El objetivo es la relajación de la zona, por lo que si se produce un espasmo o contracción de la musculatura debes interrumpir el ejercicio.
En general, durante el primer mes se debe usar el dilatador durante unos 10-15 minutos todos los días o incluso varias veces al día.
En los siguientes seis meses, basta con usar el dilatador de 3 a 5 días a la semana.
Posteriormente, hay que usar el dilatador según se necesite para mantener el suelo pélvico saludable y funcional.
El tratamiento deberá continuarse al menos un mes después de que desaparezcan las molestias.