¿Quieres saber cómo es la operación para el prolapso? Te contamos en qué consisten los diferentes tipos de cirugía para corregir el descenso de órgano pélvico.

Grados de prolapso y operación para el prolapso

Antes de adentrarnos en los diferentes tipos de operación para el prolapso, revisemos qué es un prolapso de órgano pélvico (POP), qué grados de prolapso existen y cuáles de ellos precisan cirugía.

Un prolapso es el descenso de uno o varios órganos pélvicos (vejiga, útero, recto) a través de la vagina, que se produce cuando los músculos y tejidos del suelo pélvico se debilitan y estiran hasta el punto de no poder proporcionar un adecuado sostén.

Es una de las disfunciones más frecuentes del suelo pélvico y, dependiendo del grado de descenso (leve, moderado o grave), diferenciamos entre:

  • tratamiento conservador: a través de fisioterapia de suelo pélvico y uso de pesarios;
  • o tratamiento quirúrgico: cuando se precise recurrir a la cirugía.

Los casos de prolapso leve (grados I y II) suelen responder de forma óptima al tratamiento conservador de Fisioterapia y uso de pesarios.

Sin embargo, en casos de prolapso grave, cuando el órgano desciende hasta alcanzar la entrada vaginal (lo que se conoce como prolapso grado III) o incluso sobresale al exterior (grado IV), la cirugía suele ser el tratamiento de elección.

¿Cómo es la operación para el prolapso?

La operación para el prolapso dependerá del tipo de prolapso, es decir, del compartimento en el que se ha producido el descenso del órgano u órganos: compartimento anterior (vejiga), compartimento medio (útero) o compartimento posterior (recto).

“La cirugía clásica pretende, vía vaginal, reconstruir las fascias abiertas o rotas que sostienen la vejiga y el recto”, explica la doctora Gema G. Gálvez, Jefa asociada de Ginecología del Hospital QuironSalud Madrid y OLYMPIA QuironSalud. “Esto se puede hacer con el tejido autólogo o usando mallas con anclaje a los ligamentos sacroespinosos y arcos tendíneos”, detalla.

En casos de prolapso de útero, cuando éste se encuentra totalmente descolgado, se suele optar por una cirugía de extirpación de la matriz, lo que se conoce como histerectomía.

“Tras la histerectomía, se resuspende la cúpula vaginal a los ligamentos que van al hueso sacro”, puntualiza la ginecóloga.

Dado que la histerectomía es una cirugía irreversible que implica la imposibilidad de gestación, se deberá tener en cuenta, a la hora de decidir someterse o no a esta intervención, si la mujer ha visto ya cumplido su deseo genésico, es decir, si desea o no tener criaturas en un futuro.

Consecuencias después de una operación de prolapso

Como en cualquier otra intervención quirúrgica, existe la posibilidad de experimentar algún tipo de secuela tras la cirugía.

Estas son algunas de las consecuencias después de una operación de prolapso:

  • reaparición del prolapso tras la intervención.
  • mantenimiento de los síntomas tras la cirugía, si existe más de un órgano prolapsado.
  • incontinencia urinaria.
  • dolor durante las relaciones sexuales.
  • lesión en la vejiga.

 En palabras de la doctora Gálvez, la reaparición del prolapso tras la intervención es una situación posible “si no se cuida el sobrepeso, el estreñimiento o simplemente por la calidad de las fascias”.

En este sentido, la Fisioterapia de suelo pélvico es un factor clave, tanto para los casos que no requieren cirugía, como para aquellos prolapsos que deben ser operados, así como para las consecuencias que pueden aparecer tras la intervención quirúrgica.

Así lo confirma la ginecóloga: “Antes de la cirugía, la Fisioterapia ayuda a tomar conciencia y fortalecer la musculatura del suelo pélvico y así adquirir después de la cirugía hábitos/posturas saludables y protectoras. Después, para tratar puntos de dolor si surgieran en las cicatrices vaginales”.

Además del abordaje del dolor, la Fisioterapia pelviperineal ayuda al mantenimiento de la fuerza y el tono de los músculos del suelo pélvico, a través de planes de tratamiento basados en:

  • Ejercicios específicos de suelo pélvico y abdomen profundo que favorezcan un mejor sostén de los órganos pélvicos.
  • Ejercicios corporales globales adaptados, destinados a ganar fuerza muscular y mejorar la postura, liberando así de presión al suelo pélvico.
  • Técnicas para aprender a gestionar la presión en el interior del abdomen al toser, cargar pesos, defecar, practicar deportes, etc.
  • Modificación de hábitos hiperpresivos del día a día que pudieran perjudicar dicha función de sostén.
  • Uso de pesarios, en aquellos casos que lo precisen.

Qué pasa si no me opero de prolapso

La tendencia general de los prolapsos que no reciben ningún tipo de tratamiento, ni conservador ni quirúrgico, es empeorar.

Si no modificamos los factores de riesgo que condujeron al descenso de órgano, con el paso de los años y los consiguientes cambios hormonales (embarazos, lactancias, menopausia) que debilitan la musculatura y el tejido de sostén del suelo pélvico, lo más habitual es que el prolapso vaya a más

Esto significa que un prolapso de grado leve puede convertirse con el tiempo y la falta de entrenamiento y cambio de hábitos, en un prolapso moderado o incluso grave (totalmente fuera de la vagina).

O bien, que sin avanzar en grado suponga un empeoramiento claro en los síntomas que la mujer padece: incontinencia urinaria, pesadez vaginal, incomodidad en las relaciones sexuales con penetración, dificultad para defecar, etc.

Consejos sobre corrección postural en la Escuela de Suelo Pélvico de En Suelo Firme

La Escuela de Suelo Pélvico proponer conocer y sentir el propio cuerpo, integrar pautas de corrección postural, detectar hábitos de riesgo para el suelo pélvico, practicar ejercicios de core y mucho más.

No obstante, como comentábamos al principio de este artículo, no todos los prolapsos necesitan ser operados.

Por lo que, en casos de grado leve o poco sintomáticos se puede frenar la tendencia al empeoramiento estableciendo, de por vida, eso sí, un programa de ejercicios de suelo pélvico y cambios en los hábitos cotidianos, bajo la guía de una fisioterapeuta especializada.

Con este objetivo nacieron los cursos online de nuestra Escuela de Suelo Pélvico, para ayudarte a mantener los buenos hábitos adquiridos y enseñarte a realizar los ejercicios adecuados para evitar que tu prolapso empeore, a través de programas de entrenamiento de acceso inmediato y de por vida.

¿Tienes dudas? Te leemos y respondemos en comentarios.

Y si quieres pasar al acción… ¡Vente a la Escuela! Te estamos esperando ❤️

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Escrito por: Laura Rojas (Fisioterapeuta En Suelo Firme)

Fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y licenciada en Periodismo por la UCM, combina su labor asistencial como fisioterapeuta pelviperineal con su labor divulgativa a través de En Suelo Firme. Su formación y experiencia en el ámbito de la comunicación se unen a una fuerte vocación de servicio y a un inagotable interés por la salud integral de la mujer, desarrollada en el ámbito de la fisioterapia obstétrica y uroginecológica, valorando y tratando los trastornos funcionales del periné, que pueden afectar a nivel urológico, coloproctológico, ginecológico y sexológico, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la mujer y el hombre en las distintas fases de su ciclo vital.

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