¿Te has preguntado alguna vez en qué casos estaría recomendado acudir a un sexólogo? ¿Sabes cuál es su formación y cómo trabajan estos profesionales? Si sientes dolor en las relaciones sexuales con penetración o imposibilidad para llevarlas a cabo, si te cuesta introducir un tampón en tu vagina, si tienes dificultad para llegar al orgasmo o sientes menos placer durante tus relaciones sexuales… además de valorar el estado de tu suelo pélvico con un fisioterapeuta especializado, podrías necesitar la ayuda de un sexólogo o sexóloga. 

Suelo pélvico y sexología

Para que conozcas de primera mano todo lo que un experto en Sexología puede hacer por ti, en el post de hoy entrevistamos a Sonia García, psicóloga y sexóloga. ¡Esperamos que te sea de utilidad y aprendas tanto como nosotras charlando con ella!

Hola Sonia. En primer lugar, agradecerte tu tiempo y tus ganas para realizar esta entrevista, para así resolver juntas algunas de las dudas más frecuentes en torno a la sexualidad. Comencemos por el principio… ¿Qué es exactamente una sexóloga? 

Una sexóloga es la persona especialista en sexualidad humana que aborda dificultades a nivel sexual, bien sea de forma individual o en pareja en consulta, pero también trabaja en educación y divulgación afectivo sexual en la búsqueda de una vivencia satisfactoria de la sexualidad. Además a la consulta de sexología también acuden parejas con dificultades más allá del sexo, como puede ser con problemas de comunicación.

Médico sexólogo?

¿Qué formación hay que completar para ejercer como sexóloga? ¿Toda sexóloga es psicóloga? ¿Cualquier psicóloga puede ayudarnos también en el ámbito sexual?

En España para ser sexóloga o sexólogo hay que hacer formación de posgrado en Sexología (Máster en Sexología) tras la licenciatura, diplomatura o grado en distintas disciplinas: Psicología, Trabajo Social, Enfermería, Medicina, etc. Por tanto, no todas las personas formadas en sexología son psicólogas ni es un requisito indispensable en muchos centros para formarse en ello (en otros sí), pero a nivel personal sí considero que para realizar terapia, bien sea sexual o de pareja, es necesario estar formada en y tener las bases consolidadas de la terapia psicológica permitiendo ofrecer un tratamiento más específico, puesto que la terapia sexual y de pareja normalmente tienen que combinarse con la terapia psicológica.

Si tenemos una fractura, acudimos al traumatólogo; si nos duele una muela… al dentista, pero, ¿en qué casos es necesario acudir a un sexólogo? 

Se hace necesaria la visita al sexólogo en aquellos casos en los que hay dificultades o problemas a nivel sexual (dificultades en el deseo sexual, en las erecciones y/o en la eyaculación, dolor coital, imposibilidad de introducir el pene u otro elemento en la vagina y dificultades para alcanzar el orgasmo, entre otros), pero también a nivel de pareja y cuando existen dudas en cuanto a la orientación y la identidad sexual, entre otras cosas. En definitiva, en todas situaciones en las que existen dificultades, dudas o problemas en torno a la sexualidad, erótica y afectividad, bien sea para enriquecerla o para poner solución a las dificultades.

sexólogo para cuidar suelo pélvico

Un sexólogo/a es un especialista en sexualidad humana que aborda las dificultades en este ámbito, sean individuales o en pareja, y trabaja en la educación afectivo-sexual para promover una vivencia satisfactoria de la sexualidad.

Terapia sexología

Aclarados estos aspectos importantes, vamos a ir entrando en materia… ¿Es correcto hablar de “vaginismo” o sería más correcto referirnos a “trastorno por dolor génito-pélvico en la penetración”? 

El vaginismo es el concepto que se ha utilizado hasta hace poco para referirse al actualmente nombrado como trastorno por dolor génito-pélvico en la penetración. Ambas son etiquetas diagnósticas, pero ésta última también incluye otra disfunción sexual conocida como dispareunia. 

El vaginismo consiste en una contracción involuntaria de la musculatura del tercio inferior de la vagina que se produce ante cualquier intento de penetración, no sólo del pene, sino también de los dedos, tampones y el espéculo ginecológico. Por tanto, incluso podemos referirnos a ello como dificultades en la penetración, sin etiquetar. De hecho, personalmente no me gustan las etiquetas y prefiero evitarlas en la medida de lo posible por el impacto emocional que producen en las pacientes.

¿»Está» el origen del vaginismo «en la cabeza”? Dicho de otra forma, ¿es el vaginismo siempre la consecuencia de un conflicto a nivel emocional/psicológico, de experiencias traumáticas o vivencias anteriores?

Aunque en la mayoría de las ocasiones la causa del vaginismo tiene un origen psicológico, no siempre es así, sino que la causa también puede tener una etiología orgánica debido a otros problemas como pueden ser patología en la musculatura pélvica, cirugía pélvica, endometriosis, alteraciones hormonas y patología obstétricas, entre otras, e incluso es frecuente encontrar una combinación de ambas, causas psicológicas y orgánicas que confluyen. 

En consulta lo que más frecuentemente encuentro sí es un vaginismo de origen psicológico.

Terapia de un sexólogo

En ocasiones, sí es posible llevar a cabo la penetración pero la mujer experimenta dolor durante y/o después de las relaciones, lo que llamamos dispareunia. ¿En cuáles de estos casos puede ser de ayuda también la orientación o terapia de un sexólogo?

Sí, de hecho en la dispareunia también encontramos un alto porcentaje de casos con causa psicológica o de origen multicausal en el que la parte psicoemocional juega un papel importante. En este caso en concreto encontramos que el miedo al dolor genera una ansiedad anticipatoria que puede dar lugar a que se produzca efectivamente dolor físico en la penetración. Por tanto, trabajar esa ansiedad y esos miedos tiene que ser una parte imprescindible del tratamiento.

Suelo pélvico y sexología

El vaginismo puede tener un origen orgánico (problemas en los músculos del suelo pélvico, a veces derivados del embarazo y/o del parto, endometriosis, cirugía pélvica, alteraciones hormonales…), o un origen psicológico, pero en ocasiones ambos factores -orgánicos y psicológicos- confluyen.

En base a tu experiencia, ¿en qué casos consideras necesario que las mujeres que presentan dificultades en la penetración acudan a un sexólogo, además de, por ejemplo, a un fisioterapeuta? ¿En qué casos recomendarías tú que se combinaran ambos tratamientos?

En casos de vaginismo en los que la causa principal o primera sean factores orgánicos se encuentra que la parte psicológica también está influyendo, por lo que el tratamiento combinado se recomienda siempre porque a nivel fisioterapéutico se soluciona la parte física, pero probablemente existirán pensamientos distorsionados, miedos o falta de educación sexual que es necesario reeducar para un tratamiento exitoso en todos sus aspectos. De igual forma que cuando el origen es puramente psicológico el tratamiento combinado con otras disciplinas como la fisioterapia enriquecen el tratamiento y aportan a las pacientes herramientas necesarias a distintos niveles.

Consejos de sexólogo para suelo pélvico

Aquello que nos es desconocido, a menudo, nos suscita miedo. Desde En Suelo Firme tratamos de dar a conocer las técnicas que empleamos en Fisioterapia para valorar y tratar las diversas alteraciones. Por ejemplo, en el tratamiento de la musculatura del suelo pélvico para mejorar los casos de vaginismo y dispareunia, entre otras cosas, fomentamos el autoconocimiento, aplicamos y enseñamos a hacer automasajes perineales, técnicas de respiración, relajación global y específica del suelo pélvico, utilizamos biofeedback para la toma de conciencia del tono perineal, proponemos el uso de dilatadores… Desde la Psicología, en líneas generales, ¿cómo se trabajan los casos de vaginismo o dispareunia? ¿Hay trabajo en consulta y, lo que yo llamo, “deberes para casa”? 

Desde la terapia sexual los casos de vaginismo y dispareunia se trabajan con técnicas como la psicoeducación sexual y reestructuración cognitiva de pensamientos distorsionados, el autoconocimiento físico y sensorial, la relajación, entrenamiento en habilidades de comunicación en pareja si es necesario y la exposición progresiva mediante sensibilización sistemática, entre otras.

Por supuesto, no sólo se trabaja en consulta, sino que el trabajo en casa es fundamental para avanzar, por lo que hacer los deberes para casa es una parte fundamental del tratamiento. Por ejemplo, uno de los primeros ejercicios que se mandan para casa es la observación de los genitales en un espejo de mano que por razones obvias no podría realizarse dentro de la consulta.

Tiempos de tratamiento

Como fisioterapeuta no me suele gustar hablar de “tiempos de tratamiento”, ya que cada paciente es única y cada tratamiento durará lo que esa paciente necesite. Pero… ¿podrías orientarnos, aproximadamente, del tiempo que puede ser necesario invertir para superar una situación como la que estamos abordando hoy?

En el caso de la terapia psicológica, sexual y de pareja ocurre lo mismo, y es que no podemos dar un tiempo cerrado de tratamiento de determinadas sesiones porque es algo, a priori, imposible de conocer. El tratamiento puede ir de unas pocas sesiones, a unos meses o incluso un año, en función de cada mujer y su historia personal. Esto ocurre porque no hay dos pacientes iguales y suelen ser varios los factores que influyen en la dificultad.

Además, hay que saber que la terapia es un proceso flexible y durante el tratamiento pueden ocurrir nuevas situaciones que hagan reestructurar o redirigir los objetivos terapéuticos. Por ejemplo, imaginemos que estamos trabajando con una paciente su dificultad en la penetración con la colaboración de la pareja y durante el tratamiento se produce la ruptura de la pareja, en este caso tal vez haya que trabajar el duelo de la ruptura así como adaptar el tratamiento sin la colaboración de la pareja.

Sexólogo para suelo pélvico

Se hace necesario acudir a un sexólogo en aquellos casos en los que hay dificultades o problemas a nivel sexual (dificultades en el deseo sexual, en las erecciones y/o en la eyaculación, dolor coital, imposibilidad de introducir el pene u otro elemento en la vagina y dificultades para alcanzar el orgasmo, entre otros), pero también a nivel de pareja y cuando existen dudas en cuanto a la orientación y la identidad sexual.

Consulta de Fisioterapia del suelo pélvico

En la consulta de Fisioterapia del suelo pélvico, cuando creamos la Historia de la paciente, le preguntamos sobre las relaciones sexuales (si hay dificultad para llegar al orgasmo, si hay problemas de lubricación, si hay dolor, etc.). La excepción es encontrarme con respuestas “sexualmente, todo bien”. Y es que, dejando aparte los casos de dolor o imposibilidad a la penetración, lo que me encuentro a menudo es muchísima insatisfacción por parte de las mujeres con su vida sexual, cuando no ausencia total de placer ya sea sola o en pareja. ¿Qué nos pasa a las mujeres con el placer y el orgasmo? ¿Por qué nos cuesta tanto hablar de esta insatisfacción, buscar ayuda? ¿Por qué crees que muchas mujeres se resignan ante este tipo de situaciones? 

Es triste, pero es así. La negación de nuestra sexualidad y nuestro disfrute sexual en nuestra historia como mujeres sigue repercutiendo de forma negativa a día de hoy. Además, la consideración de nuestra sexualidad como forma de satisfacer al hombre mediante el coito olvida que es el clítoris el órgano cuya estimulación nos produce mayor placer sexual a las mujeres y por tanto más orgasmos.

Debido además a la consideración de la sexualidad en general y de la sexualidad femenina en concreto como un tema tabú, en la actualidad sigue costando buscar ayuda para solucionar las dificultades e insatisfacciones con la idea o esperanza de que con el tiempo se solucionará solo, y lo cierto es que la experiencia dice todo lo contrario, es decir, que cuanto más tiempo se convive con la dificultad, más se agrava y cronifica, y a esto le sumamos el desconocimiento de no saber a dónde acudir para pedir ayuda, así como sentimientos de vergüenza, culpabilidad u otras razones.

Esto lleva a que acudan a consulta mujeres que llevan años o toda una vida sufriendo este problema, y tal vez acuden porque necesitan solucionar la dificultad en la penetración porque quieren quedarse embarazadas.

Consejos de una sexóloga

Existen vaginismos primarios y secundarios. ¿Qué le dirías a una chica joven que nunca ha podido ponerse un tampón y no se siente capaz de buscar ayuda? ¿Y qué le dirías a esa otra mujer que, a pesar de haber podido mantener relaciones sexuales con normalidad en el pasado, ahora experimenta la imposibilidad y se resigna a ello? 

A la chica que no puede ponerse un tampón le diría que no deje pasar más tiempo y busque ayuda, que la dificultad con el tampón puede ser síntoma de otra dificultad a nivel sexual o si no síntoma el comienzo de una dificultad y que cuanto se busque ayuda antes se encontrará solución para su problema.

A la mujer que, tras relaciones sexuales coitales sin dificultades en el pasado, ahora presenta imposibilidad en la penetración, le recomendaría buscar ayuda profesional cuanto antes para poner fin a la dificultad y poder disfrutar de las relaciones sexuales tal y como desee.

En ambos casos les diría que primero descarten causas orgánicas en la consulta de ginecología y que después, se confirme o se descarte patología física, que se busque la ayuda especializada en la consulta del psicólogo, sexólogo y/o fisioterapeuta.

La consideración de nuestra sexualidad como forma de satisfacer al hombre mediante el coito olvida que es el clítoris el órgano cuya estimulación nos produce mayor placer sexual a las mujeres y por tanto más orgasmos.

Vamos terminando, Sonia… ¿podrías compartir con nosotras algún caso real (manteniendo anonimato, por supuesto) cuya resolución recuerdes con especial cariño y que pueda motivar a otras mujeres a resolver su situación?

Sí. Recuerdo especialmente el caso de una chica de alrededor treinta años que acudió a mi consulta con imposibilidad de realizar el coito con su pareja. Hasta ese momento tenían relaciones sexuales satisfactorias pero sin realizar la penetración, de hecho ya ni lo intentaban. Decidió acudir a consulta porque su pareja y ella querían tener un hijo. Tras la evaluación y aplicación del tratamiento más adecuado e individualizado para la paciente, los resultados terapéuticos fueron favorables y la mujer podía tener relaciones sexuales con penetración satisfactorias. Casi un año después del alta terapéutica recibí un mensaje con una fotografía de una ecografía junto a “vamos a ser padres de una niña”. Creo que esto resume cómo tomar las riendas de nuestra vida sexualmente es verdaderamente gratificante y nos hace libres.

¿Algo que quieras añadir y que no hayamos abordado?

Entrevista completísima. ¡Gracias Laura!

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sexologa sonia garcia[box type=»info» size=»large» style=»rounded» border=»full»]Sonia García Barbera es Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid en la rama de Psicología Clínica y de la Salud con orientación cognitivo-conductual. Máster en Sexología y Terapia de Pareja. Máster en Psicología Infantil. Experta en psicoterapia emocional. Acreditada para ejercer como psicóloga sanitaria. Colegiada M-27.993.

Pasa consulta psicológica, sexológica y de pareja a nivel privado en su despacho propio de Madrid en Calle Vía Carpetana, 147 (Zona de Carabanchel), así como de forma online. Imparte talleres y charlas de divulgación psico-sexual y vida en pareja. A nivel educativo realiza intervención psicológica en colegios de la Comunidad de Madrid. También es directora y presentadora del programa de radio online La Zona PsicoSexual.

La puedes encontrar en su web y en redes sociales: Twitter: @psicologasoniag, Facebook e Instagram:@soniagarciapsicologasexologa

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Escrito por: Laura Rojas (Fisioterapeuta En Suelo Firme)

Fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y licenciada en Periodismo por la UCM, combina su labor asistencial como fisioterapeuta pelviperineal con su labor divulgativa a través de En Suelo Firme. Su formación y experiencia en el ámbito de la comunicación se unen a una fuerte vocación de servicio y a un inagotable interés por la salud integral de la mujer, desarrollada en el ámbito de la fisioterapia obstétrica y uroginecológica, valorando y tratando los trastornos funcionales del periné, que pueden afectar a nivel urológico, coloproctológico, ginecológico y sexológico, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la mujer y el hombre en las distintas fases de su ciclo vital.

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