Elegir correctamente las medidas del pesario uterino y acertar con la talla adecuada es condición imprescindible para conseguir unos óptimos resultados y una máxima corrección de los síntomas de un prolapso de órganos pélvicos (POP) o de una incontinencia de esfuerzo.

Medidas del pesario uterino: Cómo saber tu talla correcta

La incontinencia urinaria, la urgencia miccional, la sensación de pesadez o la alteración en las relaciones sexuales pueden verse notablemente mejoradas con el uso de un pesario, cuyo tipo y medidas deben acordarse en la consulta de un profesional sanitario, ginecólogo o fisioterapeuta especialista en suelo pélvico, pues dependiendo de tu edad, y del grado y tipo de prolapso que padeces será más adecuado un tipo determinado de pesario u otro.

El uso del pesario, conocido desde tiempos inmemoriales, consigue corregir y reposicionar los órganos prolapsados, elevando, soportando y recolocando el útero, la vejiga o el recto cuando alguno de ellos ha descendido de su lugar habitual debido a una debilidad de los tejidos y músculos del suelo pélvico.

Pero para conseguir el soporte necesario para recolocar y fijar en su sitio los órganos que han descendido, liberar de presión y facilitar la irrigación sanguínea y la oxigenación de los tejidos, es necesario que el pesario que nos prescriba nuestro ginecólogo se adapte a nuestras medidas personales.

Elegir medidas del pesario uterino

La correcta elección de la medida del pesario va a garantizar a un mínimo coste y muy bajos riesgos la vuelta a la vida social, sexual o deportiva de la persona que sufre el prolapso pues va a minimizar sus síntomas, prevenir su empeoramiento e incluso le puede llegar a evitar una cirugía, en muchas ocasiones, innecesaria y que, muy probablemente, no va a acabar definitivamente con el problema.

Pesario uterino tallas

Beneficios de la correcta elección de las medidas del pesario uterino

En general, los beneficios que nos aporta la correcta elección de las medidas del pesario uterino, siempre prescrito por un profesional sanitario, son los siguientes:

  • Minimizar los síntomas de un prolapso de órganos pélvicos (POP): sensación de bulto y pesadez en la zona vulvar, urgencia miccional, vaciado incompleto de la vejiga, infecciones urinarias de repetición,…
  • Prevenir el empeoramiento de un prolapso ya existente.
  • Ayudar a manejar los síntomas de un prolapso durante el embarazo y tras el parto.
  • Retrasar e incluso evitar una cirugía para eliminar el prolapso.
  • Retrasar e incluso evitar la aparición de otro prolapso tras la cirugía. Lo cual sucede con bastante frecuencia.

Objetivos que se consiguen al encontrar la talla acertada de pesario uterino

Debemos tener en mente que los objetivos que buscamos con un pesario de la talla correcta son:

  • Conseguir disminuir al máximo posible los síntomas de la disfunción del suelo pélvico que se padezca.
  • Sentir la máxima comodidad posible. Lo ideal es no sentir que se lleva puesto un pesario.
  • Lograr que el pesario no se mueva de su lugar durante la práctica de actividades físicas.
  • Que no moleste a la hora de ir al baño, ni al orinar, ni al defecar.

Cómo saber la medida correcta de un pesario: ¿cuál es mi talla de pesario?

Po lo tanto, la medida correcta del pesario que buscamos es la talla más grande que quede fijada en el útero, de manera lo más confortable posible y sin causar ninguna molestia cuando permanecemos de pie y en movimiento.

El pesario ideal es tan pequeño como para que no se note cuando se lleva puesto y tan grande como para que ni se mueva ni se expulse durante las actividades cotidianas, pero sin apretar las paredes de la vagina, evitando así el riesgo de aparición de úlceras o erosiones causadas por el roce con el pesario.

El profesional sanitario, normalmente un ginecólogo o el fisioterapeuta especialista en suelo pélvico, en algunos países, que prescribe el uso de un tipo determinado de pesario uterino es quien debe realizar las pruebas necesarias hasta averiguar la medida correcta del dispositivo que mejor se adapte a la fisionomía de cada paciente.

Cómo saber talla pesario uterino

Este especialista sanitario deberá comprobar el tono muscular y el soporte de los tejidos del suelo pélvico además de realizar una exploración física donde lo más común es el uso de los dedos para hacerse una idea de las medidas, la forma y la consistencia de los tejidos de la vagina de la paciente, tal y como se puede observar en la imagen de la derecha.

Antes de la exploración física y la prueba de pesarios, la paciente debe conocer que los riesgos en una prueba de pesarios son mínimos mientras que los beneficios que el uso de un pesario con las medidas correctas le puede reportar son muchos.

Normalmente, todos los proveedores de pesarios tienen a disposición de los profesionales sanitarios que lo requieran un set de medidas de pesarios con varios pesarios de anillo, el tipo de pesario que se emplea con mayor frecuencia, en todas las medidas existentes para probarlos hasta encontrar el adecuado para cada caso.

Set medidas pesario uterino

Una vez el ginecólogo ha colocado en la vagina el pesario que cree que puede ser la talla correcta, debemos comprobar que tanto tumbadas como de pie, al toser o hacer un pequeño esfuerzo, el pesario no molesta ni se mueve de su sitio.

Si es posible, lo ideal es movernos simulando las actividades que podemos realizar en la vida diaria, ir al baño, levantarnos, coger algún peso, toser, etc… para asegurarnos de no sufrir ninguna molestia y de que el pesario uterino no se mueve ni se sale.

 

 

 

 

Comprobaciones para confirmar la talla correcta de pesario

Espacio entre el pesario y las paredes de la vagina

Como decíamos, el pesario debe ser tan grande como para ser capaz de soportar los órganos y tejidos prolapsados, pero tan pequeño como para que no se note ni toque las paredes de la vagina.

Se puede comprobar pasando un dedo por el borde del pesario, una vez colocado, y comprobando que existe una distancia mínima entre este borde y la pared de la vagina.

Prueba estando de pie

Una vez colocado el pesario de prueba, debemos levantarnos, andar, agacharnos, toser, hacer esfuerzo, coger peso,… y comprobar que el pesario no molesta, no se mueve de su sitio, ni se sale de la vagina.

Si se mueve o se sale hay que cambiarlo por uno mayor, pero si molesta hay que probar con uno más pequeño.

Prueba estando tumbada

Intenta toser, estornudar o aguantar la respiración y hacer un esfuerzo (maniobra de Valsalva) mientras permaneces tumbada con el pesario colocado.

Si se mueve o se sale debes probar con una talla mayor.

Vaciar la vejiga

Con el pesario puesto ve al baño a orinar.

Si la talla es la correcta no notarás ninguna dificultad ni impedimento para vaciar completamente y sin molestias la vejiga.

Además el chorro debe tener un flujo normal de orina, no más lento.

Si notas alguna modificación o dificultad, coméntalo con tu ginecólogo.

Control de la orina

Un pesario de la talla adecuada no debe causar ningún problema a la hora de mantener una continencia urinaria normal.

De hecho, algunos pesarios están especialmente indicados para corregir el prolapso y ayudar a evitar la incontinencia urinaria de esfuerzo.

Si no puedes controlar las ganas de ir al baño o notas alguna molestia, debes comunicárselo a tu ginecólogo y cambiar el tamaño del pesario.

Control del tránsito intestinal

Cuando las medidas del pesario uterino son las adecuadas, no se produce estreñimiento ni ningún problema a la hora de vaciar completamente el intestino.

Si notas alguna molestia en este sentido, debes modificar el tamaño del pesario que te han prescrito.

Sangrado vaginal

Un pequeño sangrado vaginal cuando se lleva un pesario colocado puede ser síntoma de erosión en las paredes de la vagina debida a un tamaño demasiado grande del pesario.

Cuando esto ocurre debes comunicarlo inmediatamente al profesional sanitario que te lo ha prescrito y evaluar la posibilidad de cambiarlo por un pesario más pequeño.

Comodidad y ausencia de molestias

Esta es la prueba principal de que un pesario es del tamaño correcto, cuando además de cumplir los objetivos que veíamos de minimizar los síntomas de la disfunción del suelo pélvico que se padezca, no se nota ni molesta al llevarlo puesto durante cualquier postura y actividad cotidiana, incluidas las necesidades fisiológicas de acudir al baño y al mantener relaciones sexuales (con algunos tipos de pesario).

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Escrito por: María En Suelo Firme

Como tantas otras mujeres actuales, madre y trabajadora, que tras sufrir un primer parto en el año 2001 muy traumático y un segundo con prácticamente la misma violencia obstétrica que el primero, decide poner todos los medios a su alcance para superar sus secuelas físicas y psíquicas. Sorprendida por el tabú social y la gran cantidad de falsos mitos que existen en torno al suelo pélvico y sus disfunciones, descubrí la reeducación abdominopélvica, algo que en España por aquel entonces no se ofrecía en la sanidad pública y sobre lo que ni siquiera se informaba, pero que estaba totalmente normalizado y subvencionado en otros países del entorno europeo. Tras recuperarme y comprobar el desamparo en el que se encuentran otras muchas mujeres en mi misma situación, decidí fundar En Suelo Firme junto a Laura Rojas para romper tabúes y facilitar el acceso a información fiable sobre el suelo pélvico y soluciones para sus disfunciones.

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