¿Sabías que 1 de cada 3 mujeres padecen incontinencia urinaria durante el sexo? Si ya de por sí las pérdidas de orina afectan negativamente a las personas que las sufren minando su autoestima e impactando gravemente en su calidad de vida, cuando se producen durante las relaciones sexuales la situación se complica aún más. Pero, ¿por qué hay mujeres que se orinan al hacer el amor?

El temor a la incontinencia durante el coito genera vergüenza e inseguridad en la mujer, repercutiendo en su bienestar emocional y en su relación de pareja. Además, con frecuencia ese miedo conduce a la mujer a rechazar el encuentro sexual. Esto, lejos de ayudar a solucionar el conflicto, sólo empeora las cosas, al igual que no hablar del tema con sinceridad o utilizar excusas. Entonces, ¿cómo afrontar las pérdidas de orina al tener relaciones?

Incontinencia sexual: ¿Es normal?

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina ante ciertos esfuerzos como toser, coger peso o saltar; aunque también puede producirse de manera súbita; y viene acompañada de fuertes ganas de miccionar. Es una disfunción que puede afectar a mujeres, hombres y niños, y presentar diferentes características dependiendo de su origen. Así pues, los tipos más comunes son la incontinencia urinaria de esfuerzo y la de urgencia.

La incontinencia urinaria de esfuerzo es el tipo más frecuente en mujeres y se trata de la pérdida involuntaria de orina producida ante un movimiento o esfuerzo físico como toser, saltar, correr, estornudar, cargar peso, reír, tener relaciones sexuales

Suele relacionarse con una debilidad de la musculatura del suelo pélvico, encargada de garantizar el cierre de la uretra para impedir la salida de orina desde la vejiga al exterior; y con factores de riesgo como el embarazo y el parto, la menopausia, el estreñimiento crónico, la práctica de deportes de impacto o hiperpresivos, la obesidad, el tabaquismo y la tos crónica, entre otros.

La incontinencia urinaria de urgencia es la pérdida involuntaria de orina asociada a una necesidad repentina y urgente de orinar que la persona es incapaz de posponer ni contener. Suele acompañarse de un aumento en la frecuencia urinaria tanto por el día como por la noche y puede estar relacionada con el síndrome de vejiga hiperactiva, asociado a veces a enfermedades de origen neurológico como el Parkinson y la esclerosis múltiple. Es la forma más frecuente de incontinencia urinaria en mayores de 75 años, sobre todo en hombres.

Cuando estas dos disfunciones aparecen combinadas en una misma persona nos referimos a la incontinencia urinaria mixta, en la que suelen convivir una hiperactividad del detrusor y una incompetencia esfinteriana. No obstante e independientemente del tipo, la incontinencia urinaria es un problema muy común, lo cual no quiere decir que sea normal orinarse cuando se mantienen relaciones sexuales. En España la padecen cerca de 6 millones de personas, de las cuales 4 son mujeres.

Sin embargo, la incontinencia urinaria en el sexo, antes, durante o después, a menudo es silenciada por aquellas mujeres que la padecen, debido al sentimiento de vergüenza que sigue generando hablar de estos temas dentro y fuera de las consultas de los profesionales sanitarios.

Incontinencia urinaria y sexualidad

Con frecuencia, los problemas de incontinencia urinaria tienen repercusión sobre la esfera sexual, y es que quienes padecen esta disfunción encuentran dificultad para hablar del tema, que sigue considerándose tabú en pleno siglo XXI, y encuentran aún más dificultad para hacerlo si la calidad de su vida sexual se ha visto afectada.

Una de las causas más frecuentes de la incontinencia urinaria es la debilidad del suelo pélvico, es decir, de los músculos y tejidos conjuntivos que dan soporte a las vísceras pélvicas y se encargan de garantizar la continencia urinaria y fecal, entre otras funciones.

Cuando esto ocurre, es muy probable que la sensibilidad durante las relaciones sexuales se vea disminuida. Por el contrario, unos músculos demasiado tensos, es decir, una hipertonía del suelo pélvico, también puede interferir en el sexo causando molestias y dolor durante la penetración o incluso imposibilidad para llevarla a cabo.

Otra de las razones por las que la incontinencia urinaria afecta a las relaciones sexuales es la pérdida de seguridad en uno mismo y la disminución de la autoestima, tanto para ellos como para nosotras. A menudo, las mujeres que padecen esta disfunción sienten vergüenza de sus genitales, temen que estos despidan mal olor o presenten un exceso de humedad. Y es que el hecho de no sentirse segura de sí misma puede llevar a la mujer a perder el interés por el sexo, por temor a ser rechazada.

Pero, sin duda alguna, la manifestación más evidente es la incontinencia urinaria durante el coito; antes, durante o después de mantener relaciones sexuales. Según el estudio realizado por la Dra. Montserrat Espuña en 2009, el 29,4% de 1.292 mujeres españolas diagnosticadas de incontinencia urinaria presentaban también escapes de orina durante el acto sexual. Un elevado porcentaje que resultó ser más frecuente en el grupo de mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo.

Cómo combatir las pérdidas de orina durante el coito

1. Habla sinceramente con tu pareja

Aunque te cueste, la comunicación con tu pareja es esencial para no caer en malentendidos ni perpetuar una situación que no os beneficia a ninguno. Si el motivo por el que evitas las relaciones sexuales es el temor a sufrir un escape durante las mismas, házselo saber y pide a tu pareja que te brinde su apoyo para superar el problema.

2. Busca la ayuda de un especialista

Si tienes pérdidas de orina durante el coito, acude a tu médico para que este te dirija al profesional que considere oportuno. Si antes de acudir a la consulta del facultativo, le dedicas un tiempo a conocer cómo funciona tu vejiga rellenando tu propio calendario miccional, la entrevista médica será mucho más productiva pues le estarás proporcionando una valiosa información.

3. Acude a fisioterapia de suelo pélvico

La reeducación perineal de la mano de un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico tiene altas tasas de éxito en el tratamiento de los distintos tipos de incontinencia urinaria. Una vez diagnosticado el origen, la fisioterapia pone a tu disposición su abanico de técnicas pelviperineales; aunque, en ocasiones, es conveniente llevar a cabo un tratamiento interdisciplinar a través de la psicología, para dotar al paciente de todas las herramientas necesarias, físicas y emocionales.

4. Controla los líquidos y vacía tu vejiga

Muchas mujeres, por temor a la incontinencia urinaria durante las relaciones sexuales, reducen la cantidad de líquido que beben al día. Pero esto no es una solución. Lo que sí debes hacer es planificar en qué momento ingieres líquidos y qué tipo. Evita beber agua una hora antes del coito, ya que la penetración causará más presión sobre tu vejiga y si esta está repleta, te será más difícil contener las ganas de hacer pis. Acude al WC antes de mantener relaciones sexuales y vacía tu vejiga tranquilamente.

5. Procura mantener siempre la calma

La ansiedad anticipatoria, esa desagradable sensación de nerviosismo y el temor a que se produzcan pérdidas de orina durante el coito, no te beneficia en absoluto. Trata de mantener la calma, no proyectes negativamente en el futuro algo que no sabes si sucederá, y en lugar de angustiarte trata de crear un clima de confianza con tu pareja. Si te hace sentirte más cómoda y segura, ten a mano una toalla, papel higiénico o pañuelos desechables por si tuvieras que recurrir a ellos.

6. También puedes entrenar tu vejiga

Cuando conoces tu patrón miccional puedes ir reeducando tu vejiga con la ayuda de un profesional sanitario que te muestre, por ejemplo, cuándo y cómo anticiparte a los momentos en los que suelen ocurrir los escapes (vaciando previamente tu vejiga o dejando de ingerir líquido antes de ese momento concreto), cómo manejar la urgencia urinaria e intentar retrasarla, o cuándo suprimir esas visitas al WC en las que solo acudes para eliminar pequeñas cantidades de orina.

7. Los ejercicios de Kegel te ayudarán

Los ejercicios de suelo pélvico te ayudarán a ganar control sobre tu musculatura perineal, mejorando tu capacidad para contener la orina durante las relaciones sexuales. Cuando los músculos del suelo pélvico tienen una fuerza, un tono y una flexibilidad adecuados son capaces de contraerse y relajarse a voluntad.

Si quieres que tus ejercicios de Kegel sean más eficaces, no olvides trabajar también tu musculatura abdominal profunda, es decir, el core. Y si quieres ir más allá, prueba la gimnasia abdominal hipopresiva, eso sí, siempre de la mano de un profesional acreditado.

8. Evita bebidas o alimentos irritantes

Cítricos, bebidas carbonatadas, alcohol, alimentos picantes… Pueden aumentar la actividad de tu vejiga y hacerte sentir ganas de orinar con más frecuencia y sin un llenado suficiente de la vejiga en la mayoría de los casos. Y si no quieres estimular en exceso tu vejiga y hacerla más vulnerable a sufrir escapes, evita el café, las bebidas de cola y el té.

9. Vigila el sobrepeso y el estreñimiento

El impacto del estreñimiento sobre el suelo pélvico es un hecho que habrás de evitar si quieres cuidar la salud de tu musculatura perineal, más aún si sufres incontinencia urinaria al tener relaciones. Asimismo, el sobrepeso y la obesidad someten a las estructuras del suelo pélvico a un exceso de presión que deben contrarrestar día tras día. Esto tiene un efecto directo sobre la vejiga que, al igual que durante un embarazo ha de soportar el peso del feto y la placenta, en el caso de una persona con sobrepeso u obesidad, debe soportar el peso de los acúmulos grasos del abdomen.

10. Selecciona las posturas sexuales

Explora y elige las posturas sexuales en las que sientas menos presión sobre tu abdomen y tu vejiga. La mayoría de las mujeres describen menor sensación de presión en las posiciones de lado y en cuadrupedia.

Ahora que sabes por qué hay mujeres que se orinan al hacer el amor, si eres una de ellas, descubre las estrategias que puedes empezar a probar hoy mismo para plantarle cara a este problema que, de la mano de los profesionales adecuados, en la mayoría de los casos tendrá solución.

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Escrito por: Laura Rojas (Fisioterapeuta En Suelo Firme)

Fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y licenciada en Periodismo por la UCM, combina su labor asistencial como fisioterapeuta pelviperineal con su labor divulgativa a través de En Suelo Firme. Su formación y experiencia en el ámbito de la comunicación se unen a una fuerte vocación de servicio y a un inagotable interés por la salud integral de la mujer, desarrollada en el ámbito de la fisioterapia obstétrica y uroginecológica, valorando y tratando los trastornos funcionales del periné, que pueden afectar a nivel urológico, coloproctológico, ginecológico y sexológico, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la mujer y el hombre en las distintas fases de su ciclo vital.

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