¿Sabes cuáles son las diferencias entre bolas chinas y conos vaginales? Desde la fisioterapia del suelo pélvico podemos echar mano de estos dispositivos para el tratamiento de esta musculatura. Podemos utilizarlos de manera preventiva y también de manera paralela al tratamiento de fisioterapia. El suelo pélvico tiene cuatro importantes funciones: la función de sostén, la de continencia, la función reproductiva y la sexual.
Bolas chinas y conos vaginales: ¿Qué son?
De por sí las bolas chinas no son un objeto de placer, pero los fisioterapeutas las podemos utilizar para mejorar la función sexual, que es distinto. Cuando las utilizamos para fortalecer la musculatura también vamos a mejorar la irrigación sanguínea y, con ello, la lubricación natural de la vagina. Estos factores son los que van a incidir en que se pueda mejorar la función sexual. Pero, ¿qué son los conos vaginales y en qué se diferencian de las bolas chinas?
Las bolas chinas tienen en su interior una bola pequeñita que vibra. Esta vibración va a producir la contracción de las paredes vaginales cuando la paciente que las lleva puestas se mueve.
Por lo que, si la paciente no se mueve, no se va a contraer involuntariamente nuestra musculatura.
Por su parte, es la sensación de pérdida de los conos vaginales originada por el peso de los mismos la que provoca la contracción en los músculos del suelo pélvico.
Conos vaginales, bolas chinas y suelo pélvico
En casos de hipertonía del suelo pélvico, es decir, cuando nuestros músculos se encuentran con un tono muy elevado, no deberíamos utilizar las bolas chinas o los conos vaginales porque van a activar más ese tono. Sin embargo, cuando hay un tono bajo nos va a venir bien porque la vibración nos va a ayudar a activar esa musculatura.
¿Qué podemos mejorar también con las bolas chinas? La fuerza. ¿Cómo? Trabajando ejercicios de Kegel con la bola en el interior de la vagina. Cuando realizamos una contracción del suelo pélvico, un ejercicio de Kegel, realizamos un cierre de los esfínteres, un cierre de los orificios perineales hacia dentro y hacia arriba.
Si eso lo realizamos con una bola en nuestro interior vamos a estar realizando lo mismo que si hiciéramos pesas porque es un peso que vamos a tener que elevar. Vamos a ponérselo difícil al suelo pélvico: una vez que ya sabes contraer de manera voluntaria y aislada estos músculos, añádele una dificultad más. Vamos a fortalecerlos aún más con las bolas chinas o los conos vaginales.
Diferencias entre bolas chinas y conos vaginales
Existen conos a los que se introduce la pesa en su interior: pueden llevarlo o no y, cuando se se lo podemos introducir nosotras, podemos ir variando esos pesos. Por ejemplo, a medida que vamos avanzando en el tratamiento y vamos teniendo más fuerza, vamos añadiendo más pesos. Existen distintos tamaños también. Siempre debes saber que cuanto más grande, más fácil va a ser sujetarlo.
Uno más chiquitito será más difícil que lo mantengas en tu interior, por lo tanto, no debería ser el primero para elegirlo cuando comiences el uso de los conos vaginales porque es muy probable que se escape. Y es que , el peso que ya viene dentro del cono o el que se puede añadir, no crea ninguna vibración, por lo tanto, la contracción va a ser voluntaria.
Vamos a tener que hacerlo nosotras contrayendo, lo cual significa que nuestra musculatura tiene que estar un poquito más fuerte porque vamos a tener que hacer esa contracción de manera voluntaria. Y ¿qué vamos a conseguir? Mejorar la fuerza. Evidentemente, vamos a poder avanzar y meter cada vez más peso y poder llevarlo en el interior de la vagina con mayor facilidad.
Qué bolas chinas o conos vaginales elegir
El peso de las bolas o los conos
No podemos empezar con una bola muy pesada, igual que cuando vas al gimnasio no empiezas levantando treinta kilos. Tienes que empezar por lo que tu cuerpo necesita.
Unas son más pesadas, otras son menos pesadas. Para empezar, prueba con la de menos peso a ver qué tal funciona y puedes ir luego incorporando o combinando los distintos pesos. Normalmente las bolas se pueden utilizar una bola o dos bolas y a medida que vayas avanzando en el tratamiento.
El tamaño de los mismos
Va a ser más sencillo si empezamos el tratamiento con una bola de mayor tamaño que seas capaz de mantener en tu interior. Es lo mismo que te comentaba con los conos vaginales, también te aconsejo que comiences con uno más grande y que a medida que el tratamiento avanza puedas cambiar a uno más pequeño.
Empezaríamos por el grande y menos peso y vamos pasando a más pequeño y más pesado. Por último, lo que me queda por aconsejarte es que te preocupes por el material.
Material de fabricación
No utilices unas bolas chinas o unos conos vaginales que puedan producir una irritación o que sean tóxicos. Los que te he traído aquí están fabricados en silicona de grado médico. Productos que respeten tu pH y tu flora y con eso estaremos cuidando nuestra salud además de mejorar la musculatura de nuestro suelo pélvico.
Y ahora que ya conoces las diferencias entre bolas chinas y conos vaginales y cuáles son los beneficios de ambos tipos de dispositivos para la musculatura del suelo pélvico, no dudes en consultarnos si aun te quedan más dudas relacionadas con este tema.
Escrito por: María En Suelo Firme
Como tantas otras mujeres actuales, madre y trabajadora, que tras sufrir un primer parto en el año 2001 muy traumático y un segundo con prácticamente la misma violencia obstétrica que el primero, decide poner todos los medios a su alcance para superar sus secuelas físicas y psíquicas. Sorprendida por el tabú social y la gran cantidad de falsos mitos que existen en torno al suelo pélvico y sus disfunciones, descubrí la reeducación abdominopélvica, algo que en España por aquel entonces no se ofrecía en la sanidad pública y sobre lo que ni siquiera se informaba, pero que estaba totalmente normalizado y subvencionado en otros países del entorno europeo. Tras recuperarme y comprobar el desamparo en el que se encuentran otras muchas mujeres en mi misma situación, decidí fundar En Suelo Firme junto a Laura Rojas para romper tabúes y facilitar el acceso a información fiable sobre el suelo pélvico y soluciones para sus disfunciones.
